Las autoridades cubanas perseguirán y castigarán, con multas y penas de prisión, a quienes fabriquen y vendan antenas y receptores de televisión por satélite clandestinas, advirtió el jueves el diario oficial Granma.
En un artículo titulado Cadena de ilegalidades, el diario ilustró el caso de tres cubanos llevados a los tribunales en el 2010 y condenados a 16 meses y a dos años de cárcel por estar en el ``gran negocio'' de elaborar y vender antenas parabólicas y tarjetas satelitales.
``Sus productos y servicios violan --y posibilitan que otros violen-- las regulaciones emitidas por el Ministerio de la Informática y las Comunicaciones y otras instituciones'', aseveró el órgano del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC).
El informe precisó que por cada equipo fabricado artesanalmente uno de los sentenciados cobraba 50 pesos convertibles (CUC), equivalente a unos $55, en tanto que los otros dos recargaban las tarjetas a 30 CUC, unos $33.
Granma advirtió que, además del negocio ilícito, ``por las emisiones televisivas ilegalmente distribuidas, llegan a diario mensajes desestabilizadores e injerencistas, ajenos a los valores culturales que dignifican al ser humano'' .
En Cuba, la contratación de la televisión en el siglo o por cable está autorizada sólo a entidades estatales y turísticas, así como a extranjeros residentes, y su pago es en CUC --unos $1,600 al año.
Pero en la isla funciona una vasta red clandestina de venta de acceso a esas señales . Contratar el servicio clandestino cuesta unos 10 pesos convertibles (unos $11) al mes.
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